Hace rato que el sello Pueblo Nuevo viene gestando un trabajo serio e interesante alrededor de la música chilena. Su función específica es promover un tipo de música electrónica no muy popular en nuestro país, en la cual se engloban el Minimal, el Ambient, la “neo-Electroacústica” y otros géneros afines; y lo hace con éxito logrando importantes resultados. El hecho que toda la música del sello pueda ser bajada directamente desde su página web, nos da un indicio de las intenciones de Pueblo Nuevo: la difusión a toda costa y el dar a conocer una propuesta distinta a lo que venimos escuchando hasta el cansancio. Pero como este es un disco aniversario en pro de celebrar el año de vida del sello, alzo mi copa y digo un fuerte: ¡Salud, Pueblo Nuevo! ¡Feliz Cumpleaños y que sean muchos más!
El compilado aniversario consta de 6 discos ordenados según género dentro de lo que podemos llamar “electrónica experimental”. De esta manera, tienes la posibilidad de elegir entre escuchar el lado “Acústiko”, “Beat”, “Calmo”, “Digital”, “Electroacústica”o “Fuzz” según tu estado de ánimo. La selección de temas es sumamente acertada en los 6 discos y más interesante aún, resulta imaginar si un tema determinado podría pertenecer a una o más categorías, ya que en todos hallamos obras muy interesantes y participaciones destacadas que se van trocando de un estilo a otro permanentemente.
“Acústiko” presenta la faceta más melódica del sello, en donde los elementos acústicos se encuentran con la electrónica en una fusión homogénea y cuidadosamente lograda, generando momentos musicales bellísimos y muy singulares. “Beat” es el lado menos homogéneo del compilado, ya que contiene momentos musicales de alta calidad y otros que tienden a desentonar con el nivel musical propuesto. Por el contrario, “Calmo” esta lleno de las expresiones musicales más altas e iluminadas del compilado, ya que en todo instante la música de una u otra canción logra generar sensaciones especiales de relajación, introspección y calma sin opacar a su antecesora o sucesora. A su vez, “Digital” vendría siendo el disco que engloba en sí, toda la música expuesta y propuesta en el compilado, ya que en él coexisten muchas propuestas musicales distintas y diversas. Finalmente, “Electroacústica” y “Fuzz” proponen al auditor sumergirse en el lado más experimental del sello: mientras la música en “Electroacústica” busca nuevas sonoridades con la utilización de síntesis y silencios, “Fuzz” propone sonidos más agresivos y directos con la “utilización y redefinición” del ruido “en y como” música.
Lo más notable e interesante de este material, es poder apreciar que al comparar los artistas nacionales con los internacionales dentro del compilado, no existen grandes diferencias técnicas o creativas, y se puede decir que los artistas chilenos en estos géneros están a la altura o a la par de sus pares de otros países. Sin embargo, a veces se percibe algo intangible y etéreo en las obras de algunos artistas foráneos que las hacen un poco más atractivas y llamativas. Quizás se da por la constante audición y discusión de este tipo de música, cosa que no tenemos en Chile… Quizás es una cuestión de gustos, retoques y pequeños detalles: sabiduría adquirida con años de práctica… Sea como sea, los espacios existen y los caminos hay que seguir recorriéndolos…