La utopía de mezclar los sonidos indígenas con la electrónica tomó forma en esta producción de Mika Martini – seudónimo de uno de los creadores de Pueblo Nuevo, Hugo Espinoza -, logrando un sonido inquietante y sofisticado, sin caer en lo fácil y simplista.
Flautas de pan recuerdan paisajes nortinos, el desierto, etc., en tanto los acordes y mezclas electrónicas nos remiten a luces de neón y a las grandes urbes. Todo se fusiona perfectamente en este disco, que por nombre obviamente lleva “Mestizo”.
El resultado de esta exótica combinación no son temas andrógenos ni Frankensteins del sonido… son acordes contundentes y muy claros. El ritmo constante, de superficies y texturas “mestizas”, pero muy coherentes. Salvo el primer track, “Iniciación”, una combinación de voces en distintas lenguas que confunden los oídos y le dan un tono bizarro a la pieza, pero siempre dentro del concepto de Pueblo Nuevo –el sello virtual del disco y desde donde se baja- cuyo lema es “música chilena de raíz electrónica”.
Los melómanos se deleitarán con piezas como “Matorrales” o “Whyno”, ambas con un increscendo suave y relajado, que combinan los sonidos y las atmósferas magistralmente, no por nada ambos singles tienen un cover en el mismo disco.
Es importante destacar que este trabajo es el fruto de la colaboración tanto de sonidos como de samples, proveniente no sólo de músicos sino que también de investigadores. José Pérez de Arce, Matorral, Lluvia Ácida, Michel Durot, Pablo Cornejo y Tatevari. Así mismo cuenta con las colaboraciones de Danieto y Djef y junto a Sokio, que sumaron tracks a este disco con sus propias versiones de “Matorrales” y “Whyno” respectivamente.