Después de una larga espera desde su lanzamiento oficial, realizado en diciembre del año pasado junto al DVD que registró el concierto que celebraba sus 20 años de vida, al fin sale a la venta el octavo disco de la banda más representativa del punk-rock chileno, Fiskales Ad-Hok.
Se trata de “12”, disco que re-versiona canciones de quienes fueron y siguen siendo sus principales influencias. Pasando por clásicos del punk como The Ramones, The Clash, Sex Pistols, Misfits y Dead Kennedys, y otros no tan populares en términos de masividad, pero igual de importantes, como Buzzcocks ( Siempre me Enamoro) y The Damned. Suman además The Undertones, con una versión muy inspirada y divertida que re titularon como “Pendejear” (“Teenage Kicks” en el original).
Pero también incluyen una canción de Blondie, “Hanging on the Telephone, y “Gates of Steel” de Devo, que se acercan más al new wave que al punk específicamente, pero que filtrados por el sello de Fiskales dan cuenta del abanico de influencias que tiene la banda en conjunto; y sus integrantes en forma personal (basta recordar que Mecha de Clavos, uno de los actuales guitarristas, fue parte de la última formación de los desaparecidos Solar).
La elección de los temas de las únicas dos bandas que se repiten el plato, también evidencia este sentido de diversidad: diferentes épocas y diferentes sonidos. The Ramones está presente con un tema de su primer disco (1976), “Now I Wanna Sniff Some Glue”, traducido simplemente como “Aspirar” y con otro del año 89, “Pet Sematary”. A su vez, “Career opportunities” (“Ofertas de trabajo”) pertenece a la primera placa de The Clash (1977), quienes aparecen de nuevo con “Know your rigths” (1982), cuando ya la banda venía incorporando sonidos que se alejaban del punk, como el ska y el reggae.
Los traslados de las letras al español se acercan bastante al inglés original, con variaciones inevitables pero a la vez inteligentes, que mantienen esa actitud que ha atravesado toda la discografía de la banda; incorporando además el amor (las versiones de Blondie y Buzzcocks, por ejemplo) tal como vienen haciendo desde su disco antecesor, “Lindo momento frente al caos”.
Se confirma entonces que pasadas ya dos décadas y un poco más de existencia, la banda mantiene su vigencia y hace eco de la necesidad que representa para sus más antiguos seguidores y para las nuevas generaciones. Como dicen ellos mismos en una de las caras interiores del disco: “nuestro homenaje a los clásicos y a nuestros amigos… ¡salud!”