Esas Eternas Discusiones

Hace pocos días veía televisión, y por primera vez me interesé en un programa en “The History Channel”. Claro, el programa hablaba sobre la diferencia de la construcción de dos históricos instrumentos, dos titanes de la música, dos pesos pesados que hasta el día de hoy pelean por saber quien escribió una historia más rica y significativa en nuestra cultura musical: Fender Stratocaster v/s Gibson Les Paul. Dejando de lado las polémicas, creo que el aporte de ambas guitarras es fundamental para entender el desarrollo del rock, blues, jazz, funk y cualquier estilo musical contemporáneo. Ambas, de maneras distintas y con herramientas propias, supieron ganarse un lugar en la historia de la música. Desde la etapa de construcción de estos dos instrumentos, su sonido se va definiendo hacia un objetivo claro y hacia una manera especial de abordar estas guitarras al ser utilizadas.

Ambos instrumentos, desarrollados por Leo Fender y Les Paul (bajo el alero de Gibson) en los años 50 respectivamente, marcan diferencias desde el comienzo. Mientras que la Gibson Les Paul utiliza dos tipos de maderas muy sólidas en la construcción de su cuerpo (Arce y Caoba); la Fender Stratocaster construye su cuerpo a partir de Aliso, que corresponde a una madera más liviana. Esto causa que en el primer caso, existan vibraciones más profundas y retenidas en la madera, creando un sonido opaco y cálido. Para el caso de la Fender, el cuerpo vibra más sutilmente, generando una sonoridad prístina y brillante. En la construcción del mástil, también existen diferencias. Mientras que la Les Paul utiliza caoba y palo de rosa para fines similares a los del cuerpo, la Stratocaster es construida con arce y palo de rosa. Más aún, ¡la manera de cortar la madera para los mástiles es absolutamente distinta! Finalmente, quizás la parte que define el sonido de ambas más notoriamente es la diferencia de sus cápsulas. La Fender Stratocaster utiliza cápsulas de embobinado simple (Single Coil) lo que da como resultado un sonido más brillante y definido. Por el contrario, la Gibson Les Paul utiliza cápsulas de embobinado doble (Humbucker) lo que disminuye el ruido que podrían captar los imanes y entrega un sonido más “empantanado” y cálido.

En términos musicales, la preferencia por una u otra guitarra está estrechamente ligada al guitarrista y al estilo musical. Por ejemplo, resulta sumamente notorio el cambio en la sonoridad de Los Beatles, especialmente en George Harrison, cuando utilizó Gibson Les Paul para grabar el afamado “White Album”.Contemporáneamente, el gran Jimi Hendrix le sacaba todo el partido posible a la versatilidad de la Fender Stratocaster, grabando el disco “Are You Experienced?”, todo un hito en la historia del rock. A medida que pasaban los años, verdaderos maestro del rock y la guitarra eléctrica ponían su talento a merced de una u otra guitarra. Mientras Fender tenía entre sus filas a Eric Clapton, con todo el sentimiento del blues y la claridad y limpieza del hombre para interpretar la guitarra, Gibson sacaba pecho por Jimmy Page, un eterno de la Les Paul cuyo sonido también era muy blusero, pero buscaba más la suciedad de la distorsión y la profundidad de sus riffs, los cuales pavimentaron el camino para muchas derivaciones del estilo. En lo sucesivo, ambas guitarras expandieron su influencia por doquier. Muchas de las bandas punk utilizaron guitarras Fender Stratocaster, las cuales mantenían un brillo y definición especiales al distorsionarlas. Por otro lado, bandas de reggae prefirieron el sonido cálido de Les Paul para generar sonoridades que iban muy de acorde con la utilización de los teclados de la época. Como olvidar el solo de Peter Tosh en “Stir Up”, todo un clásico de Bob Marley & The Wailers. Fender expandió sus dominios por doquier, marcando la música funk; Gibson hizo lo propio con el jazz. Con la llegada del heavy metal y todas sus derivaciones, nacieron nuevos exponentes en el mercado. Guitarras más afiladas y de un sonido más potente (como Washburn, Jackson e Ibanez) que pese a ganarse un lugar en el mercado, difícilmente equipararán la historia de estos dos instrumentos históricos.

Aún en los 90, Fender y Gibson Les Paul siguieron marcando la pauta. La irrupción del la música grunge trajo a la luz a la banda norteamericana Soundgarden, la cual reinvento el sonido cálido y profundo de Les Paul, matizándolo con armonías inusuales y una música densa por naturaleza. Años antes, “Mother’s Milk” salía a la venta; quizás el disco que gatilló definitivamente la carrera de los Red Hot Chili Peppers y en el cual se aprecia a John Frusciante (discípulo confeso de Jimi Hendrix) hacer maravillas con una Fender Stratocaster. Junto con Soundgarden apareció una de las bandas más significativas y duraderas de la escena grunge: me refiero a Pearl Jam, la cual logró un equilibrio envidiable teniendo a Stone Gossard con una Les Paul en guitarras rítmicas, y a Mike McCready con una Fender Stratocaster en primera guitarra. Dentro de nuestro país, la eterna disputa también tiene lugar. Durante la mayor parte de su etapa en Los Tres, Ángel Parra alternó entre Fender Stratocaster y Fender Telecaster, mientras que al carismático Gato Alquinta jamás se le vio dejar de lado su Gibson Les Paul. Sin ir más allá, es realmente notable el cambio de sonoridad en Los Fabulosos Cadillacs al integrar al guitarrista Ariel Minimal en la banda. Para ese entonces, la banda graba “Fabulosos Calavera” y el sonido de la Gibson Les Paul de Minimal, cambia radicalmente la música del grupo, elevando su calidad exponencialmente. La influencia de estos dos instrumentos en la historia de la música es notable, e inclusive se fueron cruzando sus dominios y territorios. Por ejemplo, el afamado guitarrista de jazz Wayne Krantz utiliza una Fender Stratocaster para darle más brillo a su música, la cual esta llena de cuerdas al aire, acordes construidos a partir de semitonos y disonancias y solos de una envidiable pureza y limpieza. Otro caso es el guitarrista The Edge del grupo irlandés U2, quien ha alternado durante el transcurso de los años entre ambas guitarras según la necesidad del disco o canción a interpretar.

 

Son esas eternas discusiones, que si se piensan detenidamente, nos damos cuenta que ambas partes tienen parte de razón y que ambas son igualmente válidas, importantes y legendarias.

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