Hay pocas personas que andan por la vida haciendo lo que quieren, los artistas no son la excepción, muchos limitan sus creaciones a “lo que va a vender” y peor aún, hay algunas que nunca salen a la luz porque no son “del gusto de su público”.
Mauricio Riveros no es un hombre de estos, sino todo lo contrario, se nota en su música, ya sea como el frontman de Truman o en su naciente carrera solista.
El hace lo que quiere, se viste como quiere, escribe como quiere, canta como quiera, etc…
Y así fue como, el pasado lunes 4, este tipo dejo sus mostruos jugando en el jardín y salió a presentar su disco solista ante un íntimo público en la SCD Bellavista.
Desde su salida reveló el mismo look con el cual se le conoció en su banda de origen, pero eso a quién le importa. Su cabellera roja hacía notar algo distinto, en ese escenario ya no estaba Truman ni su carrera de casi una decada.
Ahí se presentaba Riveros y una carrera que partía de cero y que esa noche veía la luz. “Esta es una noche de sorpresas”, anunció al comenzar, y precisamente así ocurrió.
Solo y con la pista de fondo interpretó “De Todo en Esta Vida” con toda la energía de siempre, pero con un sentimiento especial, era su primera canción en público como solista y lo hizo a su modo, cantando en medio del pasillo con sus faldas, piel de lobo y su única voz.
Luego vino “La Verdad” y la presentación de la banda que lo acompañaría, donde destacaba la baterista, compañera de Truman, Edita Rojas.
Ese fue el grueso de la presentación, vienieron sucesivamente El Lobo Herido, El Desastre, Lo que no Esta Permitido y Cada Nuevo Vuelo.
Ahí fue donde despidió a la banda soporte, para luego invitar a la guitarrista de Golem y amiga de Mauricio, Olivia Alarcón, para interpretar “Un Fascinante Error”.
Finalmente, y con Riveros solo con su guitarra en el escenario, interpretó “Las Voces”,dando fin a una sólida e impecable presentación del disco “La Verdad” y de la carrera solista de Riveros.